Reforma integral de un piso en el barrio viejo de Girona.
El recorrido a través del piso persigue reforzar las emociones a través de la fusión entre lo viejo y lo nuevo. Esta relación creada entre la novedad y lo que ya existía ha sido el reto principal del proyecto.
La rehabilitación se hace con el cuidado que el espacio requiere. Por un lado, se opta por suelos de baldosa hidráulica y por techos de vigas de madera meticulosamente restaurados. Por otro lado, unas carpinterías interiores muy detalladas y afinadas se han adaptado al gusto de un cliente apasionado de las bicicletas. Esta combinación de materiales, junto con la propuesta de estilismo y amueblamiento, hacen de este piso un espacio con un gran carácter y personalidad.
La reforma ofrece calidez y tranquilidad, a la vez que aporta el oxígeno y las ganas de rodar que busca el cliente en sus visitas a la ciudad.
El proyecto se ha realizado con la colaboración de Lara Pujol.