Reforma integral de un ático de gran luminosidad y dos terrazas privilegiadas con vistas a la ciudad.
El objetivo del proyecto es eliminar las paredes generando un espacio central pivotado por la cocina. Se introducen unos paneles de madera que permiten zonificar parcialmente el espacio en función de sus necesidades.
Por un lado, se crea una caja de madera con un espacio acogedor e íntimo; por otro, desplazando y abriendo los paneles conectamos visualmente la cocina y se genera el lugar ideal para reunir a amigos alrededor de la isla.
Se combinan los espacios haciéndolos aparecer y desaparecer según las preferencias de sus propietarios. Una versatilidad que permite hacer del hogar un núcleo social cuando se desee o un refugio cuando se necesite.
El hilo conductor del proyecto lo determina su materialidad; la madera de roble, la de nogal y los materiales nobles como los porcelánicos y las piedras. Todos ellos se van descubriendo a lo largo de los distintos espacios y aportan la dureza y la naturalidad que respira la propuesta.