Reforma para la supresión de barreras arquitectónicas en Girona. Los dos principales retos del proyecto son mejorar la accesibilidad y dotar a la entrada de la máxima luz posible.
La propuesta apuesta por una gran abertura de madera de roble que enmarca la entrada y hace penetrar la luz natural hacia el interior. Se busca la continuidad material con un rastreado de roble que comunica interior-exterior acompañado de una iluminación indirecta inferior.
El objetivo es que ningún elemento destaque sobre el ritmo de la madera por ello se hacen desaparecer los buzones y se integran en este panelado.
De manera muy sutil y siguiendo esta verticalidad, se introduce el verde con unos tensores. La combinación de estos elementos favorece que la entrada coja presencia y elegancia.
El proyecto se ha realizado con la colaboración de Marc Riera.